Medya

El especialista alemán en motion plastics instaló sus productos en 56 puntos de fricción de un automóvil: el sistema de reglaje de los asientos, el techo descapotable, las palancas del freno de mano y del cambio de marchas, los mecanismos de pedal, el elevalunas, el limpiaparabrisas, las válvulas de mariposa y el tensor de correa, entre otros. En enero del 2014, el microcoche comenzó el gran viaje: visitó clientes, ferias y sucursales igus de todo el mundo. Sólo en la India, su primer destino, recorrió más de 5.000 kilómetros y aprovechó para visitar a más de 80 clientes. Continuó hacia China, Corea del Sur, Taiwán y Japón e incluso aterrizó en Brasil a tiempo para el Mundial de fútbol. En América también visitó Canadá y Estados Unidos y en Europa viajó por Francia, Gran Bretaña, Polonia, España... Un día arrancaba en Suiza y al siguiente, en Noruega.

«iglidur en tour», en vivo en la Feria de Hanóver
La última parada del viaje la constituía la Hannover Messe 2015. Allí se presentó el estado de los productos de igus tras el viaje y Karl Weinmeister y su equipo compartieron las anécdotas más divertidas. Antes de la feria, se desmontó el microcoche y se sometió a los componentes de igus a durísimas pruebas de desgaste. Los resultados fueron impresionantes, incluso más de lo que ya se esperaba. «De los 56 cojinetes de deslizamiento que instalamos, ninguno muestra un desgaste significativo», destaca Gerhard Baus, vicepresidente de la división comercial de cojinetes de igus. «Sabíamos a ciencia cierta que los cojinetes plásticos resistirían todo tipo de aplicaciones y entornos, no sólo debido a nuestra amplia experiencia con plásticos para movimiento, también gracias a las más de 10.000 pruebas tribológicas que nuestro laboratorio interno realiza todos los años y que, además, permiten a nuestros clientes calcular de forma fiable el comportamiento de nuestros productos en su aplicación.“

Uno de cada dos cojinetes deslizantes trabaja en la industria del automóvil
Durante su vuelta al mundo, el equipo de «iglidur on tour» se interesó por los motivos que llevan a sus clientes a escoger los productos plásticos de igus para las aplicaciones en movimiento. Entre las respuestas destacan las propiedades autolubricantes de los materiales, la ausencia de mantenimiento y la resistencia a la humedad y la suciedad. Entre los clientes de la industria automovilística, que examinaron el microcoche con lupa, despunta la ligereza del polímero como principal ventaja. De hecho, los cojinetes de fricción iglidur son 7 veces más ligeros en comparación con los casquillos metálicos, con lo que se reduce considerablemente el peso en los puntos de fricción. En total, el equipo de «iglidur on tour» ha conducido más de 100.000 kilómetros en solo 14 meses. «Ha sido una gran experiencia para todos, tanto a nivel personal como profesional», explica Karl Weinmeister. «No sólo hemos conocido países y culturas diferentes, también hemos descubierto muchísimas aplicaciones e industrias que utilizan plásticos en movimiento». Además, por cada kilómetro recorrido igus GmbH y sus sucursales han donado un euro a proyectos benéficos de la zona. El viaje ya ha terminado, pero tal vez aún veamos el microcoche naranja por las calles de Colonia.

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